«con esta noble respuesta de·los amantes d·Espanya partieron muy alegres los enbaxadores del dios de Cupido y rey de Persia y al tiempo que ellos llegaron adonde el Amor estaua casi ya todos los otros enbaxadores de todas las partes del mundo eran llegados y otros venian, y ninguno no fue a tierra que no fuese solempnemente rescebido, y quyen oviese de escriuir las letras de cada vna enbaxada de·la provincia o reyno do era el»