«que la razon no a lugar en·la defension nuestra que debrja auer: por la obligaçion que los jentilles honbres y caualleros en·mantener nos nos tienen: pone en·el fuego la justiçia y leyes pues son mas particulares que jenerales. Mas no ay ningun remedio? Dixo la donzella. Para en ello no lo ay sino uno: aunque sea muy flaco: que aga mas pie e fie mas el vno del otro solo»