«conde de Cardona y otros prelados y caualleros de los reynos. Llegados a Sicilia y besadas las manos al rey esplicaron su triste mensageria: y el rey fue muy contento de cumplir con lo suplicado y despacho por se partir: mas puso primero en orden la ysla de Sicilia y solempnizo las reales bodas del infante su fijo con la infante primogenita de Sicilia señores propietarios de·la ysla: y partio·se de Meçina a·los treze»