«aquel que dize palabras, e no han firmamento de sagramento, el sagramento d·aquel es vil cosa; bien que tu llames el nonbre de Dios adonde sea, lo otorgas, pues por eso guarda verdat e no pases ley de justiçia, e sy te conviene tornar verdat por mentira, tu non mentiras. Escusaras a ty mesmo alla donde ay honestad ho ocasion. Salamon dize: yo ruego a Dios dos cosas: que»