«no se quien quiere ser tuyo mirando tus gualardones. O desdichada de ti Fiometa angustia de quien te mira: qual desauentura mia a tu conocimiento me truxo? Y por que razon hauia yo de ser heredero de tus passiones. O tu Dios sfuerço de atribulados: si tu piadad es tanta porque miras en tales y tan iniustos morires? La muerte de esta senyora sin vengança recibe la tu: abran se los cielos y las»