«de·las illustres infantes que no consintian en cosa que fuesse en prejuyzio y menoscabo de·la sancta inquisicion. Recibio las cartas el rebelde conde mas nunca ni por esso dexo de offender las señoras infantes: el rey don Pedro entonce pues houo dado de si razon a·la yglesia a·la caualleria al papa y al mundo saco sus caualleros en campo y sin esperar la tanta gente que de Aragon y de Catalueña sacar deuiera y podiera»