«eterno principe Cristo que de tan celestial tan ardiente y subido carmesi se hauia esse dia vestido por fauoreçer aquel tan firuiente desseo de martires que en sus caualleros los aragoneses hauia recreçido y luzido tan altamente quando al tiempo del pelear con los moros recurrieron al misterio de·la passion al tan diuino sacramento que en memoria de su muerte el vencedor del mundo del infierno y de·la muerte hauia instituydo. O que gozo tan desygual deuieron entonce»