«no temes el reproche de·la virtud corra·te y espante la negregura del fementido que para siempre va cubierta de tiniebra de fealdad. Muestra se mucho el conde valiente y afazendado en defender la ciudad: acude a·los peligros salta de·los primeros pone se tan adelante por todo que el infante comiença de se fiar mucho d·el: llama le a·los consejos: sigue sus pareçeres: da le gran cabida y logar en quanto»