«primero. Los que de tal suerte son infieles seran damnados quanto a·la pena del sentido por hauer hecho pecados algunos que sin la fe no se remiten: no se co[n]demnan por el pecado de infidelidad sino por la pena del solo daño: por ende dize nuestro redentor capitulo .xij. del euangelista. Si no viniera y les fablara nunca pecaran. En otra manera entender se puede como si alguno viene de fecho contra la fe o»