«y havnque los vuestros acceptos meior lo sepan dezir proferiendo y lisongeando vosotras juzgad quyen sea mas digno de gloria la grandeza de mis afanes o la polideza de sus razones, yo me fio tanto en vuestra discrecion que penetrays la voluntat como juyzios de Dios, y si yo siruo meior en obra que ellos lo profieren por palabra no es razon que deys la pena al cuerpo de·la culpa de mi lengua, y yo solo»