«lee en·el libro de·los Santos Padres, como vna vegada fue vn ladron, el qual avia fecho todo el mal de aqueste mundo, e fue a se confesar a vn hermitaño, e quando aqueste le quiso dar penitençia el ladron respondia a cada vna cosa, esto non puedo fazer, diziendo que non sabia ayunar, nin fazer oraçion, finalmente nin ninguna otra penitençia. E el hermitaño le dixo: a·lo menos a»