«tanta immortalidad marauilla y valer por ser tan alta fruta que naçe se cria y se coge de aquella tan immortal perpetua y marauillosa huerta que el alma celestial y diuina es: que nunca ella enuejeçe nunca ella marcheçe ni pierde aquella flor de su perpetua moçedad y niñez: mas quanto mas passa adelante y carga mas en dias: entonçe rejoueneçe y se·le rezienta mas la frescura del rostro y floreçe mucho mas su tan eterna immortalidad»