«y assento su real sobre aquella: y con la misma gente pertrechos y artellaria que truxo de Valencia la combatio tantas vezes la fatigo apremio y truxo a tal punto que de muy afrontada y en tan estrema angustia puesta perdio coraçon de se osar mas detener a dicha tan venturosa y creçida a virtud tan poderosa y valiente que todo lo sumia y sobraua. Acordaron pues ya los moros de se rendir y entregar la ciudad a principe»