«tus llamas forçaste a Paris para qu·el a Helena forçasse robando·la y en estranyos reynos a la qual injuria restituyr el vniverso fue ayuntado, y asi todos de vna parte y de otra los vencedores y vencidos se perdieron que por tan pequenya centella del tu inflamado fuego salida tanta grandeza y noble caualleria rescibieron la pena de tu culpa. Quyen dize que ay en el mundo otra fortuna y con este caso de que hago memoria»