«e de otra: la qual como non fallasse: cayendo en tierra dize se que con tristeza e angustia dixo assi. O dioses de todas las gentes que juyzio tan justo e ygual juzgastes. Por grand razon deuen perder sus mantos todos los que por cubdicia e auaricia inclinados e atraydos creen que han de fallar la caldera de oro en·los pozos: segund que yo como loco e desauenturado crey. Amonesta esta fabula que non»