«tan alta y auentajadamente que al conde tan aleuoso y traydor don Gomez de·la Spina vencio no solo en campo mas corto la cabeça: y al conde don Peranzurez que se·le homillo se·le dio a merçed y reconocio ser culpado perdono magnificamente quando puesto el cabestro al cuello en presencia de toda su corte reconoçiendo hauer le errado en entregar a·la reyna su natural señora las fortalezas que por el tenia con pleyto y homenage le offreçio el cuerpo»