«todos se reyan d·el. Entonces por quitar le aquella saña: e por lo consolar Juno le fabla dulcemente: diziendo le assi. La vista tuya: a la tu fermosura excede: e es mas que ninguna perfecion que el ruyseñor aya. Non hay aue alguna semejante a·ti en color e resplandor: ca reluzes como la smaradi: e eres pintado de plumas dobladas en·el cuello e en·la cola: e assi»