«el maestro venido a casa entrando en·la camara començo a falagar a·su muger que lloraua. E ella boluiendo la cara le dixo: quita te alla e ten la mano queda. El philosofo le amonesta e persuade: diziendo: tu eres mj deletacion e non conujene que seas enojosa e triste a·mj que soy tu marido. E ella le respondio que la embie de casa por que non era su voluntad de estar»