«rey don Alfonso: quito le toda la fuerça y color: y truxo le en tanta angustia que mando descaualgar se a gran priessa y dio consigo en·la cama: luego fueron llamados los medicos: luego juzgadas por pestilenciales las calenturas del rey. Llegaron entonce los deuotos padres spirituales y tomaron cargo del remediar lo del alma ya que lo del cuerpo remedio no leuaua. El cristianissimo rey ahun que mançebo reconoçio mucho a Dios recibio»