«muy solicitos los muy scientes e los mucho ferosces por propia jnduccion amando fallescen, las ociosas e febles mugeres continuamente requeridas es marauilla errar. Yo veo que quando con omildes ruegos, quando con esforçadas juras, quando con piadosas lagrimas, quando con ricas dadiuas, quando con apassionados gestos, quando con manyosas tercerias, quando con virtuosas aparenças por tantas maneras e artes las tentamos e requerimos, que no a·la amable muger de carne»