«las duras piedras y tierra no perdonauan a·la plata ni oro por defender sus personas y comun libertad. En este medio las bombardas de·los enemigos combatian de tal suerte los adarbes que derribauan la faz de las marauillosas piedras de·los edificios: era la fuerça de·los tiros tanta que fue vn acto de admiracion: y no se fallo alguno en Rodas donde hauia diuersas naciones que houiesse visto bombardas tan rezias ni grandes: lo»