«no tenia en su posada la ymagen o semejança de aquel. Ved quan excellente deuiera en virtud ser este nuestro venturoso hespañol: que ya fasta en·la vida le tenian tan por sancto: que todos le desseauan tener pintado en su posada: lo que de ningun emperador fallays ser escripto. Que direys pues de nuestro tan augusto y tan catholico Theodosio: que el primero de·los principes fue que del mundo la ydolatria boto?»