«la pluma en la mano pintays como quereys: por donde no es mengua sino fuerça el sofrir a·mas no poder: mas non se sigue que en la maldad de vuestro saber sten las virtudes o maldades en la pintura de vuestras palabras: y Dios no nos puede mas demandar de aquello de quanto el sezo nos basta: que si con vosotros yguales nos fiziera en saber estaua dudoso el debate: mas vuestra malicia puede tanto»