«lugar, que en la iglesia conuiene de dezir deuotas palabras, que no en corte, e en bodas, que no a las casas de los muertos, e en la casa otras cosas, que no en las plaças, nin en gran conpañia; pues aquel que fabla, se deue guardar de fablar que no diga cosa mala, por bien que sea en lugar secreto. Despues, guarda sy fablas con algun señor,»