«no podia. Señor ( dixo el ) yo nunca Dios quiera que me tenga por rey ni por fijo de rey mas por vn subdito vuestro que mucho dessea vuestro seruicio: y por esso querria que a vuestra alteza pluguiesse de me dar audiencia y oyriades muchas cosas que mucho cumplen a vuestro seruicio. Antes me plaze d·ello respondio el rey que yo tan bien desseo fablar con vos: vamos a palacio y alla fablaremos:»