«la necessidad grande y afruenta en que estaua no solo Castilla mas la España toda y en parte la Francia que la España vencida la Francia peligrosa quedaua: otorgo el sancto padre de su poderio tan lleno y pontifical indulgencia plenaria tan cumplida y bastante quanto la misma de·la casa santa de Jerusalem a todos aquellos que en la batalla se fallassen o procurassen de se fallar. Y assi vinieron de muchas partes muchos prelados y caualleros cristianos»