«malo Atila el emperador por derecho llamado açote de Dios: y por el lugar de ella muy fuerte fue hecha grande de muy pequeña. Es de dezir cierto marauilloso y para lo creer del todo dificil que vna ciudad poblada de gente assi diuersa de tantas ciudades y pueblos ajenos se haya podido tan bien conseruar y en poco tiempo siquier discurso de años haya tanto crecido con tal concordia de ciudadanos y sabiduria: es cosa muy digna»