«con desesperança de su tornada: costumbraua con otro. El marido entrando en casa: fallo la reparada e mejor arreada que el la dexo en su partida: e marabillaua se por que el uviera dexado a su muger poco axuar: como aquella su casilla mal reparada avia ella assi adreçado e adornado. Responde le la muger: señor non te marabilles d·esto: ca la gracia de Dios me ha ayudado como faze a muchos»