«de·la muerte: llego con solas trezientas lanças: no espero mas: por socorrir a·los suyos oluido a si mismo: quien lo fiziera si no quien esperaua martir ser? El que siempre vencia touo tan en poco a·los moros que luego los fue a buscar: los suyos de cansados no podian y el queria que podiessen: los suyos por ser pocos no osauan y el mandaua que acometiessen. Que demasia de coraçon»