«de aldea: donde es agora aquella tu soberuia e silla tan preciosa aquella tu guarnicion dorada. Donde es tu fermosura de cuerpo? Todos tus bienes son tornados en mezquindad e desauenturança. Enseña nos esta fabula que el poderoso en·el tiempo de su prosperidad non deue menospreciar al pobre: por que si cayere non se escarnesca d·el: antes deue fazer bien e ayuda al pobre: por que quien quiera puede venir a seer»