«porque no tanto destrye aquella: que mas la fama no restituya de gloria. Quita nos la muerte la senzilla breue y pereçedera vida. Restituye·nos la fama la vida para siempre turable: que tan noble y poderosa la virtud es: que aca nos promete immortalidad de fama: y en·el cielo de gloria. Oyan por·ende los principes tan heroycos de nuestra cristiandad: oyan las fazañas tan virtuosas y grandes de nuestros»