«tanta priessa y ahinco: que a·la postre los moros: espantados de tanta osadia: no se atreuiendo a escapar: houieron por mejor despues de se hauer defendido por algunos dias de se dar a partido: que porfiar a se defender: tanto que pidieron fabla: y el noble don Aznar los escucho: y oydo lo que pidian: fue contento de·los recebir siquier a pleytesia por no poner los suyos al tan aparejado»