«y lo que mas graue y enojoso les fue pensar que de sobrado amor que les touo por los venir a socorrer hauia el buen rey padeçido tal muerte. Llamentaron terriblemente y desygual: dieron vozes y gimieron: porque tan crudamente rey que tanto los amaua y era amado era muerto. Lloraron tan sin remedio y consuelo: porque el mejor de·los cristianos reyes quedaua en el campo. Y perdia la cristiandad el amparo y»