«de seguir otro tino y dexar la reyna aparte: como aquella que mas era para echar los a perder que saber de·los bien regir y buscar quien los rigiesse: estaua entonçe como entomeçido el infante don Alfonso en Portugal: que el miedo ahun de·la vencedora espada del rey de Aragon le tenia tan puesto en sonbra de ser vencido que no se osaua rebollir ni mouer: llego el mensaje de·los caualleros y començo a»