«que otra ocasion la tan breue y fria despedida: mas yo por jnpedir la lengua vsada a maldezir que sjgujendo su querer fe no consiente sino en·aquella cosa que no cunple: qujse mostrar a·los que bondat no poseen que a·las otras no es nesesarjo. Fue la tal determjnaçion o rogarjas de·la senyora por dos respetos: porque la barjable vieia que jamas su preposito en firmeza njnguna reposaua su pareçer no trocase: el»