«el que reziamente peleare: e segun la ley del euangelio. Ca todo hombre recibira el propio gualardon segun su trabajo. Mas hay muchos: que no queriendo bien viuir: dessean bien morir: porque saben que es preciosa delante Dios: la muerte de sus sanctos. E tan bien porque conoscen que quando houiere dado sueño a sus amados: ahe luego la [...] en·la tierra parezca honrado e glorioso. Item dize el mismo»