«tu carne de preciosas viandas: e la arreas de ricos vestidos: la qual en pocos dias los gusanos han de comer en·la sepultura. E no arreas tu alma de buenas obras: la qual ha de ser presentada en·el dia del juhizio a Dios e a sus angeles. Pues porque desestimas la alma: e le antepones la carne. Ca por cierto gran contrariedad parece que la señora sirua e sea esclaua: e»