«peligro en que la reyna estaua y la tanta esperança que de su tan famosa virtud y real grandeza de coraçon hauia tomado: y el estremo requerimiento que a su alteza fazia: y el sobrado partido que al rey presentaua. Oyda por el rey la causa de la embaxada mando llamar su consejo: y quiso que todos votassen y que dixiessen su parecer cada qual: todos concordes votaron que el rey no deuia dexar su tan»