«otrosi el diablo assi. Ya veys quantos de noche e de dia en·la ley de Dios muy despiertamente trabajan: empero estos avn non osan en alguna manera dizir que sean seguros de·las penas: para que puedan presumir de su salud: como alguno non pueda saber si es digno de pena: o de gloria. Pues claramente a·ty que has seydo en toda tu vida pecador non te queda alguna esperança de saluacion:»