«e costantes: y no curan de dar razon a otra senyora de·la que tienen, e los mançebos por el contrarjo porque son mucho lexos d·aqueste fin, y mas que mas los que jnfingen de fermosos que presumen que por su beleza mereçen ser vjen amados, ser bjen serujdos, mereçen ser stimados, mereçen ser socorridos, y con estas presunçiones no les tjenen lealdat en presençia, nj en absençia firmeza. E si»