«poner las alabanças a quien por drecho quitar no se pueden. Digo lo por esta nuestra Hyspaña que si la tierra sancta çuffrio muchos trabajos por la fe de Cristo y los dichos reyes que alla fueron gloria ganaron los principes nuestros antepassados no la merecen hauer ya perdida pues que sin ayuda y sin el socorro de·las sobredichas generaciones ganaron sus tierras despues de perdidas y puestas en manos de·los infieles moros y paganos. Es muy»