«renunciasse al reyno de Sicilia. Y el rey don Fadrique fue muy alegre con esto. Y assi partio con gran fauor y consuelo del papa: sino que a·la postre no podiendo cumplir se lo que el papa prometiera el boluio a reynar en Siçilia. Despertaron se a essos tiempos tres capitanias en Francia de cada cient caualleros con su capitan que deliberaron de passar en Siçilia por vengar las muertes que los siçilianos fizieron en·los»