«del Capitolio que todos no eran ahun conuertidos fueron a dezir al emperador como vn dragon era entrado en·la ciudad que por su aliento muy ponçoñoso mataua la gente despues que el hauia sido christiano. El santo Siluestre se prometio de librar el daño que se hazia en fuerça y nombre de Jesuchristo: assi que llegando al cabo de todo que muy prolixo es de contar. Descendio el padre luego en la cueua con dos capellanes y»