«asi mas quando vino al salir reconociendo la mengua que recibian y el sobrado peligro que siempre d·ello pasauan recreçio el sentimiento y dolor de su caso y començaron algunos de gemir y llorar: quexauan·se de si mismos pues de otros no podian: y fue tan grande el angustia en que se vieron que las vozes se acreçentaron: y quedaron tan cubiertos de amargura y pauor que temieron y con razon que el rey quiça no»