«y dar vozes en alabança de tal reyna? Que por ser de tan reales costumbres tan excellente honestidad discreçion mesura y virtud pudo con sus lagrimas ablandar los tan discordes coraçones de dos reyes tan brauos y tan feroces tan puestos en·el feruor de·la moçedad y tan aparejados a derramar tanta sangre de caualleros: y a poner tan en perdimiento toda la España. O bienauenturadas lagrimas de reyna tan virtuosa que assi enterneceys los animos reales»