«fasta ciento y cinquenta vezinos es: mas pienso que entonce habria muchos mas: y se llamaria quiça de otro nombre. Assentaron su real sobre ella: sacaron sus mantas sus scalas sus petrechos: que entiendo no serian quantos son de agora. Y puesta su ballesteria por orden acordaron dar el combate. Mucho les aprouecho a·los cristianos que stauan los alarabes tan descuydados del fecho: tan desapercebidos tan desproueydos y puestos a mal recaudo»