«cabrito al lobo: dixo le. Ruego te mi señor que non quieras aver cuydado sobre esta causa: ca ni por tu fialdad: ni por tu mal consejo podras acabar que yo me vaya de aqui: por quanto avn que continuamente me conuenga e aya de temer la muerte: e que mi sangre sea derramada: empero mas vale avn que todo esto aya de soportar ser sacrificado a·los dioses: que non que sea»