«al rey grande nuestro: mas baxo en el ayre sereno como scriuen los mas: no con aquel feruor y espiritual sentimiento que apareçio al rey cristiano: mas buelta en escuridad tiniebra e ignorancia: que fasta que pregunto que señal era aquella: nunca el emperador supo conoçer el misterio del fecho: no con tan subito y efeto marauilloso de vencimiento tan presto: mas con algun emperezamiento de fe: y con la voz que le»