«todo Aragon embio a pedir al conde que les restituyesse su primogenito: el respondio que le embiaria luego: mas detouo le tanto con su vana sperança de·le hauer por yerno que los aragoneses entonce recurrieron al papa. Que lealtad es la d·este Aragon que fasta Roma no para: el sancto padre de Roma que mucho preciaua queria y amaua la casa real de Aragon como casa de sanctos y tan catholicos fijos de su sanctidad»