«dulces cantos y con voz de reconocimento y loor: a dar siempre gracias al redemptor de·los hombres por las tantas mercedes que les houo otorgado. Que voz pensays de alegria sono entonce en·el real de cristianos? Que voz de alabança y dulçor quando boluiendo con·el tan rico despojo les demostro el sacerdote ya por otra segunda vez la marauillosa vision el eterno thesoro de·las formas diuinas. Que pieça pensays que estouieron todos embeueçidos»